Saturday, November 25, 2006

Queridos

Quería simplemente agradecerles lo de ayer, porque la pasé muy bien y me sentí muy cómodo. Veo en algunos de los últimos comentarios que han hecho que algunos se han entusiasmado y comparten mi sensación, lo que me alegra. Espero que continuemos. En unos días más sigo cargando materiales en este blog. Un abrazo a todos.

Tuesday, November 21, 2006

Pensamiento Crítico: es necesario superarlo

Como vamos a desarrollar un diálogo, mejor dicho, como ya lo estamos haciendo a través de este blog, quiero exponer aquí mi visión del pensamiento crítico. Lo que sigue es un fragmento de mi libro "Ideas Falsas":

Idea Falsa de hoy: La inteligencia es pensamiento crítico.

El combate de esta idiotez forma parte de mi credo básico. Como pensador se puede decir que levanto las banderas de la anticrítica y considero que esta absurda valoración de la crítica es más un límite puesto a nuestra inteligencia que un estímulo. Vamos por partes:

  • La mayor parte de los docentes lo repiten como si fuera el padrenuestro: lo más importante es que los alumnos desarrollen el pensamiento crítico. La palabrita anda dando vueltas y aparece cada vez que se quiere caracterizar a la inteligencia. ¿Qué es ser inteligente? Ser crítico. O sea: la mirada sobre las cosas debe partir de una manifestación de desconfianza, debe estar a la defensiva, sentirse amenazada y resistirse. ¿No es un mecanismo para crear paranoicos, seres desconfiados, temerosos, encerrados? Tal vez la idea de base es que la realidad es mala y te tiende trampas todo el tiempo, pero ¿quién dijo que es así?

  • Otro punto: suele decirse que el sistema necesita crítica. Miremos los hechos: desde que yo nací escucho una crítica tras otra, de manera constante, a todo, siempre, y no veo que ese método produzca grandes resultados.

  • Otro punto: la crítica no es necesariamente una versión negativa de las cosas, puede decirse, se trata de una mirada evaluativa, puede ser tanto negativa como positiva. Pero tiende a ser negativa, ¿por qué? Porque en este planteo hay un error fundamental: creer que la perspectiva correcta de las cosas es la que se tiene poniéndose al margen, mirando desde afuera. Para la crítica es valioso mirar desde afuera, para la vida es valioso ver desde adentro.

  • La crítica es un entrenamiento para ver la hilacha del mundo. La verdadera inteligencia debería ser un entrenamiento para ver las posibilidades del mundo. No me digas todo el tiempo lo que NO se puede, lo que NO va. Fijate qué podés hacer, cómo hacer que algo funcione. Si invertimos tanta energía en la crítica nos volvemos impotentes.

  • ¿Quién es la víctima principal de la crítica? Uno mismo. El criticón se vuelve esteril. El criticón no se deja en paz. Puede ser que de tanto criticar no sepa ya estar a favor ni de sí mismo. O puede ser al revés: como no se acepta a sí mismo anda repartiendo su falta de fe por el mundo.

  • La crítica actúa siempre produciendo distancia, dando a entender que el que la ejerce es superior y ve más lejos. El no crítico parece ingenuo. El crítico parece inteligente. El que gusta de algo parece tonto. A mi modo de ver es exactamente lo contrario: el valor de un pensamiento, de una idea, está en su capacidad de entusiasmo, de decir y apoyar lo que quiere, de querer algo. El crítico actúa por rechazo y no produce, el entusiasta acepta, quiere, produce.

  • Ok, es verdad, la crítica es parte del pensamiento, una de sus funciones. Pero de ninguna manera la función fundamental. Nuestra cultura sobrevalúa la crítica, la considera un sinónimo de inteligencia, y en ese equívoco se producen más imbecilidades que cosas interesantes.

  • ¿El país necesita crítica? El país necesita creatividad, producción de realidad, superar la impotencia crítica y generar desde el poder y la fuerza opciones, experiencias.

  • El crítico tiene un tono garca, serio o irónico, parece tener la justa. La crítica es un escudo. El que lo tiene se protege de todo. En realidad es más difícil y valioso mostrar entusiasmo que usar la crítica.

  • Objeción: eh, loco, pero vos estás criticando. Respuesta: yo hago la crítica de la crítica. Aunque decir esto parezca una contradicción formal, en cuanto a producción de realidad no lo es. Una cosa es ser crítico, estar enamorado de las ideas cortas y salir a la calle diciendo “este mundo es una mierda” y otra cosa es no quedar atrapado en la falsa lucidez de la crítica, animarse a querer algo y salir a la calle a ver cómo lo lográs.

  • Ejemplos de las relaciones personales. ¿Funciona mejor un matromonio crítico, en donde los conyugues viven criticándose o uno en dónde hay más lugar para el amor y la comprensión? ¿Funciona mejor un padre o una madre crítica o una que apoya a sus hijos? ¿Funciona mejor un jefe crítico o uno que ayuda, enseña y sabe generar una situación de trabajo agradable?

Conclusión: Estamos enfermos de crítica. Tanta negatividad hace que la realidad empeore. En vez de estar en contra tan fácilmente de todo hay que aprender a estar a favor de algo. No digas que NO querés, decí que SI querés y tratá de hacer algo para conseguirlo. Nadie dijo que la vida era fácil. Más que “pensamiento crítico” la inteligencia es “pensamiento creativo, entusiasmo, puesta en juego emocional, producción de realidad”.

Declaración Docente

Se acerca el día de nuestro primer encuentro y me dieron ganas de hacerles saber cual es para mí el sentido de mi trabajo docente, que en general es el que determina mi trabajo también como conferencista o facilitador de diálogos.
Este texto es una especie de credo básico de mi trabajo como profesor:

La idea es sencilla y no me acuerdo qué lectura me la hizo ver: todo en el mundo

-las cosas que uno hace, los objetos mismos- pueden ser pensados como si fueran ayudas, como si todo ayudara a algo.

Ejemplos:

Un auto te ayuda a ir de un lado a otro.

Un diario te ayuda a estar informado.

La radio te ayuda a escuchar música, o te ayuda a pasarla bien o a sentirte acompañado.

Un cajero te ayuda a que puedas pagar lo que querés comprar.

Un bife te ayuda a estar alimentado.

Un amigo te ayuda a conocerte, a pasarla bien, a estar contento.

Una novia te ayuda a desplegar intimidad, a sentirte bien, a sentir tu cuerpo, a sentir el suyo.

Esta idea propone una óptica, una manera interesante de pensar las cosas. Su interés está en que revela el lazo que conecta a las personas, y a las personas con las cosas. Según la perspectiva de la ayuda, todo es relacional.

Desde esta perspectiva me pregunto por mis clases:

¿A qué ayudo yo en mis clases? ¿A qué ayudo con mis cursos?

No puedo decir exactamente a qué ayudo, pero puedo responder estas preguntas diciendo qué quiero lograr con mis cursos, para qué quiero que sirvan.

Las respuestas son estas:

1. me gusta tratar de que mis clases sean una fiesta, es decir, que los que vienen pasen un gran momento, un momento pleno, divertido y veloz,

2. me gusta dar ideas y perspectivas que apoyen el despliegue personal del entusiasmo de cada alumno (entiendo que el pensamiento filosófico tiene que ver con ese movimiento personal)

3. busco que las preguntas y los temas que generan angustia y temor dejen paso a posturas vitales, de atrevimiento,

4. quiero lograr que los alumnos sintonicen con lo más afirmativo en ellos,

5. que mis cursos den más ganas de vivir,

6. quiero desarrollar un pensamiento inteligente, capaz de pensar al mundo como es y de zafar del truco crítico (esas posturas que parecen inteligentes pero no lo son)

7. trato de dar palabras e ideas para que los asistentes logren expresar su mundo interno,

8. trato de ofrecer textos interesantes, de dar a conocer bibliografía estimulante, textos que den ganas de seguir leyendo,

9. busco contagiar la avidez por leer, pensar, entender

10. quiero contribuir a aclarar el estado caótico del cual todo pensamiento naturalmente parte y debe partir

11. que quienes vienen a clase puedan vivir ese caos con confianza y hasta con cierta felicidad,

12. que disfruten planteándose y planteando problemas y preguntas y encontrando soluciones para ellos,

13. busco ayudar a que encuentren su estilo, sus temas, las ideas que les resulten más atractivas y movilizantes,

14. que tengan recursos afectivos para buscar el camino de su deseo en la vida

15. que se saquen de encimas perspectivas paralizantes

16. que disfrutemos de pensar juntos, con sutileza y humor

¿Para qué decir todo esto?

Creo que uno suele creer que las cosas que piensa son evidentes

Pero me doy cuenta de que hacerlas explícitas tiene mucho más sentido del que parece.

Si uno no dice lo que siente y piensa

La mayor parte de las veces el otro no se entera.

Monday, November 13, 2006

Valores de la pobreza o La pobreza como valor

Este artículo que escribí hace más de un año en Revista Noticias fue muy comentado y me parece que puede también ser un estímulo interesante para fomentar el diálogo en nuestros encuentros:

Una visión pobrista

El pobrismo no es un mecanismo de dominación, es una visión de la sociedad, una filosofía de vida, una versión del mundo. Como forma de dominación es muy imperfecta, ya que debe pagar un altísimo costo en la violencia que engendra y en la potencial revuelta justiciera que hace asomar en el horizonte. El pobrismo es una forma de vivir la vida y de pensar el país, una manera reducida de concebir al ser, la creencia absurda de que el destino se manifiesta como una serie infinita de carencias y que cualquier propuesta debe respetar el peso de ese límite. La carencia es promovida como si se tratara de una prueba de honradez, como si ser honrado fuera no aspirar a más porque todo querer nos compromete en los caminos del mal. Su moral es una moral de quedados que dicen estar siempre bajo una voluntad ajena, cuando por lo general antes de la existencia de esa voluntad enemiga lo que se evidencia es la falta de una voluntad propia.

El pobrismo es la política de la neurosis, de aspirar a poco, el plan de no pagar, no ya la deuda externa sino ninguno de los precios que una sociedad debe pagar para conquistar un buen nivel de vida generalizado. Ni pagar cada persona los precios de su crecimiento personal, se trate de su crecimiento afectivo, laboral, espiritual, de cualquier tipo. Pobrismo es no ver ni entender que pagar los altos precios que requiere la realización de una persona madura o de una sociedad madura es lo que permite elevar el nivel de vida, como si la finalidad fuera ante todo la de no modificar la existencia de una pobreza a la que se dice querer eliminar pero a la que se reivindica al mismo tiempo como cultura popular, como expresión de sabiduría y campo de valores superiores. Pobrismo es hacer de la comunidad carenciada una comunidad virtuosa, del hombre caído un personaje siempre más valioso y mejor que el hombre entero y capaz de algo. Pobrismo es confundir el hecho de que es necesario ayudar y asistir y educar y formar a quienes padecen de miseria con la creencia de que a ese estado se llega por haber sido bueno.

Pobrismo es rechazar el crecimiento por ver en la riqueza que este genera la huella del diablo, pobrismo es ser más sensible a las pérdidas que todo crecimiento siempre produce que a los beneficios de tales metamorfosis. Pobrismo es estar enamorados de los momentos débiles del desarrollo, preferir subrayar esos costos antes que hacer pie en los posibles resultados de las apuestas osadas y tal vez exitosas. Pobrismo es no aspirar a una vida plena sino a una mera supervivencia, lo que constituye una forma de involucionar. Pobrismo es no querer crecer, ver en el crecimiento una tentación indebida, tener un repertorio de ideas para afear el camino de quien quiere crecer, para arruinárselo, con la moral absurda de que si yo no puedo o no quiero tampoco debe poder o querer nadie. Pobrismo es mirar para atrás, pensar para atrás, querer para atrás, asegurarse la quietud con estratégicas morales de respeto y de temor. Pobrismo es creer que el temor es una reverencia frente a una instancia importante que debe respetarse, no captar la debilidad que ese temor entraña y no querer por lo tanto nunca superarlo.

Pobrismo es creer que la gente que tiene plata no puede querer el bien del país y por el contrario creer que lo que quiere y decide alguien en mala situación es siempre bueno y correcto. Pobrismo es creer que las malas ideas, las comprensiones limitadas de la situación, desde el momento en que se tornan masivas se vuelven también verdaderas e imprescindibles.

Pobrismo es, para un político, cortejar a la pobreza como a una novia, siendo incapaz de generar otra estrategia de poder que la de reinar en el vacío. Pobrismo es depresión de líder que no puede dejar de querer reinar pero no sabe bien para qué, y pobrismo es también suponer que a todo líder le pasa lo mismo, dar esa versión miserable de los hechos según la que todo en el fondo responde al mismo vacío. Pobrismo es halagar al sentido común, halagar al pueblo en sus aspectos más quedados y conservadores, pobrismo es conformar ese poder de un pueblo encaprichado con su facilismo, armar una ciudadanía con el lomo de sus prejuicios bien sobado, contenta de ser mediocre y tiránica a la hora de descalificar cualquier instancia que busque desafiarla, hacerla crecer, llevarla a confrontar con sus límites de comodidad y a desprenderse de su moral de pobreza justa, de pobreza racionalizada, de pobreza padecida pero de la cual siempre otro es responsable, de pobreza que se convierte en plan de lucha en contra de aquel que osó no ser pobre para castigar su osadía.

Pobrismo es preferir no hacer olas y quedarse en el confort y la retroalimentación que produce el grupo de frustrados, es no querer explorar las posibilidades disponibles, preferir el juego de rechazarlas a todas para hacer más fuerte el sentido colectivo de la frustración y centrarse en una lucha inverosímil e inventada, falsa, optar por culpar al rico, al menos pobre, al que busca, como si fuera responsable absoluto de la existencia de las dificultades que se padecen.

No digo que nuestra sociedad sea total y fatalmente pobrista, pero me parece productivo mirar a la cara estas tendencias poderosas en nuestro vida social, porque es el único modo de aspirar a desactivarlas. Hay entre nosotros también otras visiones, más capaces y más vitales. Sería bueno distinguir unas de otras y aprender a apoyar las tendencias más aptas para aprovechar lo que de positivo tiene nuestro momento actual. Argentina tiene necesidad de enormes dosis de buena conciencia, es decir, de modos de mirar la vida que la hagan superar las miserias mentales que engendran miserias materiales. Dejar de creer que nuestra pobreza proviene de enemigos feroces, modificar el vicio de crear y recrear nuestros vacíos meritorios.

Cómo participar de este blog

Este blog fue creado para consolidar el grupo de Pergamino con el que vamos a trabajar en una serie de charlas. Las personas que quieran poner comentarios tienen que hacer clic en el final de la entrada que desean comentar, allí donde dice "4 comments", por ejemplo. Luego, seguir las instrucciones. No es difícil, y sería bueno que todos los participantes del curso fueran intercambiando ideas.

Para familiarizarlos con los blogs, les propongo estos links:
Link: Qué es un blog
Link: La asociación libre (relevante a la hora de entender qué es un blog)

Y para los que quieran aprender a hacer un blog propio, que enriquecería este espacio que estamos creando:
Link: Para armar un blog